El 47° presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumió el cargo el lunes con la promesa de una «revolución de sentido común». Mientras los republicanos toman el control total de Washington, Trump se propone transformar las instituciones del país.
Un regreso sorprendente
Después de superar juicios políticos, acusaciones penales y varios intentos de asesinato, Trump ha regresado a la Casa Blanca para un segundo mandato. Al tomar posesión, dejó claro que su prioridad será «revertir todas las traiciones» que considera que han perjudicado a Estados Unidos y devolverle al pueblo su «fe, riqueza, democracia y libertad».
«Mi reciente elección es un mandato para corregir el rumbo», dijo Trump. «Hace solo unos meses, una bala atravesó mi oreja, pero sentí en ese momento, y lo creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Fui salvado por Dios para hacer grande de nuevo a Estados Unidos», declaró.
Primeros pasos como presidente
Trump planea declarar el comienzo de «una nueva era de éxito nacional» y ha preparado una serie de órdenes ejecutivas. Estas primeras acciones incluyen medidas para combatir los cruces fronterizos ilegales, aumentar el desarrollo de combustibles fósiles y poner fin a los programas de diversidad e inclusión en todo el gobierno federal.
Una de sus primeras decisiones será declarar «emergencia nacional» en la frontera sur y catalogar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Estas acciones se consideran parte de lo que él llama «la restauración completa de Estados Unidos».
Un día histórico en el Capitolio
El clima gélido cambió el escenario habitual de la ceremonia. Por primera vez en 40 años, la juramentación de un presidente se trasladó al interior del Capitolio, y el desfile inaugural se reemplazó por un evento en un estadio cercano. A pesar del cambio, muchos de los seguidores de Trump que viajaron a la ciudad aún pudieron presenciar el evento desde diferentes ubicaciones.
En el Capitolio, el vicepresidente J.D. Vance fue el primero en prestar juramento, seguido de Trump, quien usó dos Biblias: una familiar y otra que perteneció a Abraham Lincoln, el presidente número 16 de Estados Unidos.
Momentos especiales de la investidura
Trump comenzó su día con un servicio de oración en la Iglesia Episcopal de San Juan, y luego él y su esposa, Melania, fueron recibidos por el presidente saliente Joe Biden y la primera dama Jill Biden. La recepción fue todo un contraste con la actitud de Trump hace cuatro años, cuando se negó a asistir a la investidura de Biden tras perder las elecciones.
En el camino hacia el Capitolio, Trump y Biden compartieron una limusina, un momento simbólico de la transición de poder, a pesar de las tensiones que los han enfrentado en el pasado.
Un regreso político único
La toma de posesión de Trump fue un regreso histórico. Hace cuatro años, Trump perdió las elecciones en medio de una crisis económica por la pandemia de COVID-19, y a pesar de ello, no aceptó su derrota. Intentó mantener el poder e incluso animó a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio el 6 de enero de 2021, lo que resultó en un violento asalto al Congreso.
Sin embargo, Trump nunca perdió su control sobre el Partido Republicano, lo que le permitió ganar un segundo mandato. A pesar de las acusaciones criminales que enfrenta y de ser la primera persona condenada por un delito grave en asumir la presidencia, Trump ha dejado claro que se compromete a «preservar, proteger y defender» la Constitución de Estados Unidos.
Una de las primeras acciones que planea tomar será indultar a los participantes del motín del 6 de enero, quienes fueron procesados por su participación en los disturbios.
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