En una medida sorprendente, el gobierno de Donald Trump suspendió los vuelos de aproximadamente 10.000 refugiados que ya habían sido aprobados para ingresar a Estados Unidos. Entre ellos, más de 1.600 afganos que habían obtenido autorización para buscar asilo en el país, como parte de un programa iniciado por Joe Biden tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021.
Este cambio fue dado a conocer por un memorando el miércoles pasado, cuando se confirmaba que, mientras se implementaba una ofensiva contra la migración, la entrada de estos refugiados sería detenida.
Una decisión tomada rápidamente
La cancelación de los vuelos llegó tras una orden ejecutiva firmada el mismo día que Trump asumió el cargo, en la que se estipulaba que todos los viajes de refugiados programados serían cancelados. Según un correo electrónico enviado por el Departamento de Estado a grupos que trabajan con los recién llegados, también se suspendió el procesamiento de todos los casos.
El memorando pedía a la Organización Internacional para las Migraciones que no enviara a los refugiados a los centros de tránsito. Sin embargo, aquellos que ya se encontraban reasentados en Estados Unidos continuarían recibiendo los servicios que se les habían asignado.
Una medida controvertida
Trump, durante todas sus campañas presidenciales, había prometido tomar medidas firmes contra la migración indocumentada, pero la suspensión de estos refugiados afecta a personas que huyen de conflictos bélicos, persecuciones y desastres naturales. En su orden ejecutiva, Trump anunció que suspendería la admisión de refugiados a partir del 27 de enero y ordenó un informe para revisar el programa, buscando una “mayor participación” de los estados y regiones locales en el proceso.
Además, revocó la decisión de Biden, quien había querido considerar el impacto del cambio climático al aceptar refugiados.
Posición del gobierno actual sobre la migración
El nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, expresó que el Departamento de Estado “ya no facilitaría ni fomentaría la migración masiva”. Según Rubio, las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con otros países se centrarían principalmente en proteger las fronteras del país, detener la migración ilegal y negociar la repatriación de inmigrantes indocumentados.
Reacción de los opositores
Por otro lado, el presidente Biden había impulsado el programa de refugiados como una forma legal de brindar apoyo a quienes más lo necesitaban. En el año fiscal 2024, más de 100,000 refugiados fueron reasentados en Estados Unidos, la cifra más alta en tres décadas. Entre los países de origen más comunes de los refugiados en los últimos años se encuentran la República Democrática del Congo y Myanmar.
La senadora Jeanne Shaheen, una demócrata de alto rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, expresó su preocupación sobre las decisiones de Trump, subrayando que la aceptación de refugiados es un “valor fundamental estadounidense”. Según Shaheen, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos ha sido una herramienta de apoyo bipartidista que salva vidas y también promueve la estabilidad mundial, lo cual ayuda a la seguridad de los estadounidenses.
¿Qué pasará con los refugiados afganos?
El memorando del Departamento de Estado dejó claro que los afganos que trabajaron con Estados Unidos durante la retirada en 2021 aún podrían ingresar a través de otro programa de reasentamiento. Sin embargo, la senadora Shaheen manifestó su preocupación por la situación de estos refugiados, ya que los vuelos cancelados los dejarían en el limbo.
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